martes, 19 de marzo de 2013

Triste, triste, triste

Trsite es el episodio que hoy voy a relatar.
Triste porque a pesar de que la autodenominada Izquierda Abertzalen siga empañda en demostrar que los tiempos han cambiado, todavia y por desgracia quedan muchos posos de aquel amargo café.
Y mas triste aún porque me tengo que referir hoy a mi cachito de azul, a Bakio; al bar Hiru bide mas concretamente. A un bar en el que nunca falataba la gilda al volver de la playa. Un bar que era agradable y que tenía sus puertas abiertas a todas las personas de todas las ideolgias, sexos, trabajos...
Bueno pues parece ser que ya no es así... Y es que segun he podido saber ayer, 18 de marzo, unos Ertzainas uniformados pararon en el bar que habia reabierto sus puertas hace poco tiempo para tomarse un cafe, cuando el camarero se lo nego. Les dijo que no servian a uniformados, ni a armados, que se irían y nos les sirvio su cafe. Asi como tampoco les facilito las hojas de reclamaciones...
Triste, triste, triste, que dijera aquel...
Triste por no respetar a todas las personas.
Triste por no ser capaz de ser un profesional.
Triste por preferiri incurrir en una ilegalidad, que ser pfoesional.
Triste porque ya me he quedado sin mi gilda de vuelta a casa.
Y triste porque parece que tendremos que seguir esperando para que los tan ansiados nuevos tiempos calen sobre algunos.

No hay comentarios:

 

Ikusi makusi